PASO 1: calentar el envoltorio con el calor de las manos y amoldarlo a la forma del recipiente o alimento.

PASO 2: una vez colocado, se enfría en unos segundos conservando la forma deseada.

PASO 3: para volver a usarlo, se puede lavar con agua fría y jabón líquido, frotando siempre suavemente.

PASO 4: debemos dejarlo secar al aire y posteriormente guardar en un lugar seco lejos de fuentes de calor.